Décimo día: Complicaciones

Una llamada de mi jefe informó que las clases fueron suspendidas hasta nueva orden. Je je...la mejor noticia en mucho tiempo. Adicionalmente me informó del progresivo deterioro de la salud de mis compañeros, lo cual de verdad si me preocupa. He desayunado en calma como hace rato no podía hacerlo. Encendí el laptop, el televisor y revisé mi celular, cada vez tenemos mas aparatos circundando nuestras vidas, si tuviese un Ipad creo que también lo tendría encendido.

Por fin!!!, un Tweet de Leo. Me informa que todo ha estado de lo peor, que ha estado huyendo con su familia durante casi una semana hasta llegar al único medio de transporte que aún funciona: el ferry. Desde la estación ha podido mandarme el mensaje antes de abordar hacia Montevideo donde espera todo esté mejor. Comenta rápidamente que no sabe que sucede pero que mucha gente enferma deambula por las calles, militares y policías se ven desbordados y han tenido que recurrir a la violencia. Que bien por Leo.

Reviso de nuevo los diarios y las noticias y China acaba de crear un encierro militar por aire y mar a sus fronteras, quieren evitar que el virus se propague por su país y no dejan pasar los barcos cargados de Filipinos y Malayos, sólo espero que a Leo no le pase lo mimso en Uruguay pasando desde la Argentina.
AL salir de casa una patrulla de policía me hace una requisa, me recomiendan llevar pasabocas y me advierten que sólo hasta hoy podré salir libremente de casa después de las 5 p.m. ¿Acaso se enloquecieron estos hijos de puta?.
Mi instinto de conservación me hace ir al market cercano y comprar varios cosas: creo que me excedí. Compré una linterna y dos juegos de pilas, 10 kilos de arroz, aceite, café, papas, 20 latas de atún, 10 de sardinas, 8 paquetes dobles de galletas, dos de barras energéticas, 20 paquetes de jugos para disolver en agua, un porrón de agua de 10 litros, leche en polvo, 5 paquetes de galletas de soda de 5 tacos y por supuesto dada esta tensión creciente, 5 botellas de vino y dos de cigarrillos.
La niña de la caja me con algo de sorpresa. Nunca antes había yo comprado tanto. Siempre almuerzo y como por fuera. Le pido que me espere mientras voy a la droguería y traigo una cja de dolex, aspirinas, alcohol, una caja de banditas, gasa, amoxicilina y fluconazol. Ahora si me ve con cara de pánico , parece que tego la peste, je je. Pago y me lelvo las bolsas a la casa. Dejo todo en la cocina y salgo de nuevo.