lunes, 8 de agosto de 2011

Día 15

Creo haber dormido una semana. Huele delicioso y me duele la cabeza. Me levanto de la cama y lo primero que advierto con los ojos entreabiertos es la figura de Angélica cocinando algo en la cocina...huele a huevos revueltos con cebolla. Me paro con rapidez y le digo: "Por ahora no cocinemos, es un riesgo, algo me dice que esas cosas huelen a kilómetros". Apago la estufa y ella me mira con el mismo rostro de desconsuelo de cuando llegó. Le digo :"está bien, todo estará bien". Miento, hace dos días que creo que nada estará bien. Desde que comenzó esto cada día todo ha ido empeorando. Ayer maté un hombre y eso me hace sentir muy mal, creo que tuve pesadillas toda la noche con ello. La única alegría es Angie, el único ser humano con quién tengo contacto. Tomo los huevos preparados y decido que es hora de comerlos, sirvo dos platos y ambos comemos con ansía, hay un olor fuerte en el ambiente, por un instante creo que son los huevos pero Angie me dice que así ha estado desde el amanecer. Simple: el concejal ha comenzado a podrirse. Me preocupa que ese olor atraiga mas infectados aquí. Como con gusto mientras le pregunto mil cosas a Angie de su vida, como queriendo alimentar la necesidad de humanidad en dos minutos, me cuenta de sus tres perros, de sus tres hermanas, me muestra una foto de su hermana de la mitad-angie es la mayor- y quedo sorprendido del parecido con ella. "Parecen Gemelas" le digo, y mientras tenemos nuestro pequeño momento de calma, un nuevo ruido llega a mi puerta. El viejo y ya famoso ruido de piernas arrastrándose. Tomo el bate y ahora la pistola y como siempre corro la cortina. Es una mujer, infectada sin duda. Llega donde el concejal y su escolta yacen y olfatea el aire. Odio tener la puta razón, estas cosas "huelen" a distancia. Miro a Angie y le digo: "Prepárate, en la tarde esto estará lleno de ellos"....

1 comentario:

  1. Lo que más me gusta de este cápitulo es que a angie le guste la cebolla, y que hablen de su hermana la del medio, que entre otras cosas, si le gusta la cebolla. Pobre de mi hermanita bella, vas a tener que sacar mucha fuerza de voluntad para batear a los infectados. Si yo estuviera en tu lugar me encantaría hacerlo hahahahaha. Saludos a Javier el hombre fuerte e inteligente y al escritor que me fascina.

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